Capítulo 7. ¿Quieres ser feliz o tener razón?
Ismael Bermúdez
Comparte y expande el conocimiento y la reflexión
El arte de verse a un@ mism@
¡Hola a todos! Carmen y Begoña aquí, de nuevo con vosotr@s.
En el podcast de esta semana nos metemos en un tema que seguro os resuena: ¿por qué nos cuesta tantísimo darnos cuenta de cómo somos realmente? ¿Por qué nos es tan difícil reconocer nuestros propios comportamientos?
Ego o personaje
Para nosotras, una de las claves principales es que nuestro “personaje”, esa personalidad que mostramos al mundo, se siente mucho más seguro cuando cree tener razón. Es como si necesitara aferrarse a eso para sentirse fuerte. ¿Y sabéis por qué pasa esto? Pues, en el fondo, esta necesidad de tener razón muchas veces esconde una falta de amor hacia un@ mism@. Si nos quisiéramos de verdad, esa seguridad vendría de dentro, ¿no os parece?
Pero ahí no acaba la cosa. ¿Os habéis fijado en lo fácil que es ver los defectos en los demás? Uy, ese es envidioso, aquella es una mandona… ¡La lista puede ser interminable!… Sin embargo, cuando se trata de mirarnos al espejo, parece que nos cuesta un mundo reconocer esas mismas cositas en nosotros. Cuando le preguntas a alguien cómo es, te dirá sus virtudes, pero rara vez escucharás un “soy envidioso” o “me comporto como un dictador”.
Y aquí entra en juego el famoso ego. Es como si guardara bajo llave esas partes de nosotros que no nos gustan, las que no consideramos “virtuosas”. Pero, ¡ojo!, si somos esta personalidad, para lo bueno y para lo menos bueno, esas partes también forman parte de nosotros. Y cuanto antes lo aceptemos, antes podremos empezar a cambiar aquello que de verdad queramos.
Es curioso cómo funciona nuestra mente, ¿verdad? Muchas veces proyectamos en los demás aquello que no podemos ver en nuestro interior. Por ejemplo, si alguien no soporta a los narcisistas, quizás haya una parte narcisista en sí mismo que no está reconociendo. Así que, ¡a observar bien lo que nos molesta de los otros! Puede darnos muchas pistas.
También es verdad que las etiquetas y lo que consideramos “bueno” o “malo” nos influyen mucho. Si desde pequeños nos dicen que la envidia es terrible, nos costará horrores admitir que alguna vez la hemos sentido. Pero, ¡ojo!, reconocerlo es el primer paso para poder transformarlo.
Y no nos olvidemos de todo lo que nos rodea y de cómo nos han educado… Todas esas experiencias dejan una huella y moldean nuestra personalidad. Incluso el estrés y la rapidez con la que vivimos a veces nos impiden ser conscientes de cómo actuamos y qué sentimos.
A veces, aunque en el fondo sepamos algo sobre nosotr@s mism@s, nos resistimos a aceptarlo. Begoña cuenta una anécdota muy personal de cuando empezó su camino de autoconocimiento, ¡cuánta resistencia! Pero al final, esa aceptación es liberadora, pues te permite dejar de rechazar aquello que no te gusta y poder cambiarlo.
Autoobservación y amor a un@ mism@
¿Y cuál es el camino para empezar a vernos de verdad? Pues, para nosotras, uno de los puntos de partida fundamentales es el amor hacia un@ mism@. Tenemos que empezar por aceptarnos tal como somos, con nuestras luces y nuestras sombras, dejando de lado esa necesidad constante de tener razón… Porque, al final, ¿prefieres ser feliz o tener razón?
Además, la observación es una herramienta poderosa. Observarnos a nosotr@s mism@s, como si fuéramos un espectador externo, y también observar qué nos llama la atención o nos molesta de los demás. Ahí podemos encontrar muchas respuestas.
Y ojo, que a veces, detrás de una fachada alegre, puede esconderse una tristeza profunda. Es como un autoengaño para no conectar con esas emociones que no nos gustan. Pero para estar en paz, necesitamos mirar hacia dentro.
Así que, os animamos a haceros preguntas, a indagar en vuestro interior y a ver si os estáis autoengañando en alguna área de vuestra vida. Recordad que todo empieza y termina en nosotr@s. Y qué maravilla saber que, desde ahí, tenemos el poder de transformar aquello que queramos.
¡Un abrazo enorme y hasta la próxima!
Carmen y Begoña.



