Capítulo 6. Porque tú lo digas

“¡Sí, hombre, porque tú lo digas!” Descifrando el Mensaje Oculto

¡Hola a tod@s! Carmen y Begoña de nuevo por aquí, listas para charlar sobre esas frases que a veces nos sacuden un poquito. En nuestro sexto capítulo de “¿Verdad o Mentira?“, nos adentramos en una expresión que seguro habéis escuchado o incluso utilizado alguna vez: “Sí, hombre, porque tú lo digas”. ¿Qué se esconde detrás de esta respuesta? ¿Por qué nos molesta tanto? ¡Vamos a descubrirlo juntas!

Más Allá de las Palabras: La Energía que Emitimos

En el podcast, exploramos cómo esta frase puede ser mucho más que una simple negación. A veces, la decimos o la pensamos cuando alguien nos da un consejo o nos hace una observación que no nos gusta. ¡Y ahí es donde se pone interesante! No se trata solo de las palabras, sino de la energía que estamos emitiendo.

¿Os habéis fijado en que no le decimos esta frase a todo el mundo? Generalmente, la reservamos para personas que no tienen una “jerarquía” superior a nosotros, ya sea social o profesional. ¡A un médico o a un jefe no se lo diríamos tan fácilmente! ¿Por qué? Porque ahí entran en juego nuestras propias rebeliones internas y la dificultad para aceptar otras perspectivas.

La Cerrazón como Escudo

Cuando respondemos con un “¡sí, hombre, porque tú lo digas!”, muchas veces nos estamos cerrando a la posibilidad de aprender algo nuevo. Es como si levantáramos un muro para protegernos de una verdad que no queremos ver. ¡Y es una pena! Porque quizás esa persona tiene algo valioso que aportarnos.

En lugar de rechazar de plano lo que nos dicen, podríamos preguntar, pedir que nos expliquen su punto de vista. “¿Por qué dices esto? ¿A qué te refieres?”. Abrirnos al diálogo en lugar de cerrarnos en banda.

El Autoconocimiento como Clave

Aquí es donde entra en juego uno de nuestros temas favoritos: el autoconocimiento. ¿Por qué nos molesta tanto que nos digan algo? ¿Qué parte de nosotros se siente amenazada? Observar nuestras reacciones es una herramienta poderosa para entendernos mejor.

Como os decimos siempre, lo que vemos en los demás es un reflejo de nosotros mismos. Si alguien nos saca de quicio, es porque esa cualidad también reside en nuestro interior. ¡Así que en lugar de enfadarnos, podemos aprovechar para conocernos un poquito más!

La Invitación a la Coherencia

En el fondo, todo se reduce a la coherencia. ¿Están alineados nuestros pensamientos, emociones y acciones? Por ejemplo, podemos ir por la vida sin atrevernos a decir “porque tú lo digas”, pero en el fondo lo pensamos o lo sentimos. Es decir, da igual si lo manifestamos o no, porque lo importante es si se da esa dualidad o incoherencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Porque así nos estamos autoengañando.

En el capítulo exploramos ambos polos o maneras opuestas de actuar, que en el fondo son lo mismo. Y conversamos sobre el origen de esta actitud de rebeldía que parece más explícita en las nuevas generaciones. ¿De dónde viene esa necesidad de rebelarnos que nos impide abrirnos a aprender?

Conceptos Clave para Reflexionar

• Autoconocimiento: Explorar nuestras reacciones y patrones de comportamiento para entendernos mejor.
• Coherencia: Alinear lo que pensamos, sentimos y decimos para vivir con integridad.
• Proyección: Reconocer que lo que nos molesta de los demás puede ser un reflejo de nosotros mismos.
• Rebeldía y Sumisión: Analizar si nuestras acciones son una reacción a experiencias pasadas.
• Observador Interno: Desarrollar la capacidad de observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos.
• Cerrazón: Identificar cuándo nos cerramos a nuevas ideas y perspectivas.
• Sanación: Utilizar el autoconocimiento como herramienta para transformar nuestra vida.

Esperamos que este artículo os haya hecho reflexionar un poquito. Recordad que no tenemos todas las respuestas, solo preguntas que os pueden ayudar a encontrar vuestra propia verdad. ¡Un abrazo enorme y hasta la próxima!

Palabras clave: autoconocimiento, coherencia interna, proyección, rebeldía, sumisión, observador interno, cerrazón, libertad emocional, sanación.